viernes, 12 de junio de 2009

Avance Para Lo Que Sería Mí Película

Un hombre en cuero tiene una vincha azul que le tapa los ojos. Es el Superyo. Esta dando una charla, parado en un pedestal. Grita eufóricamente. De vez en cuando mira al miedo y lo burla con insultos, o a la imaginación y le regala un par de ideas. Atrás está el ego aplaudiendo silenciosamente.
El Superyo agita la mano y su discurso explota en euforia, largando chorros de baba:
- ¡Y llegaran a ser enormes! ¡Cada palabra que digan será única! - Estira la mano tan lejos como le da la articulación, que emite un 'clac'. - ¡Nadie mas que ustedes las habrá escuchado!¡Y los ojos de las mujeres que los vean se les pegaran a la piel! ¡Y sentirán sus bocas derretidas cuando toquen el piso del deseo! ¡Y el arte! ¡Harán mucho arte! ¡Siganme a mi!¡Para todo esto siganme a mí! -.

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Lejos, en el hogar del Ello se despiertan las dos mascaras. Una pintada de verde, delineada de negro y con una aureola blanca que rodea los ojos, ademas, la nariz esta cubierta por una pomposa funda de plástico rojo. La otra mascara está pintada de blanco, del ojo izquierdo emana un cono negro hacia la pera, y de su ojo derecho brotan unas lágrimas oscuras.

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Un pequeño chorro de agua cae del cielo hacia un espacio amplio y blanco. En el centro se moja de a poco un bebé con rulos. Se refriega los ojos. Mira hacia el horizonte. No hay nada. El chorro de agua sigue cayendo. El bebé lo mira: "¿Mama?". Apunta con el dedo y su brazo intenta seguirlo pero pierde el equilibrio y se cae. Ahora mira recostado al cielo blanco y al chorro de agua que parece perderse en la distancia.

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En un cuarto muy oscuro solo hay tinieblas. Uno las escucha roncar dormidas. A paso lento y distante. Inhalan y las paredes se ensanchan, revelando formas de bosques invernales carentes de hojas pero llenos de nieve. Exhalan y uno se tiñe de rojo mientras ve cuerpos muertos con cara de paz eterna.
Las tinieblas despiertan, algo perturba su sueño. La puerta del cuarto se agita y se hunde, tratando de romperse. Un grito fuerte estalla y una boca se abre ensanchada, millones de cuerpos tratan de salirse por la lengua. Se ven formas asexuadas, mutilaciones, pérdidas de brazos y piernas, canibalismo. La puerta se rompe, entra la pierna y después el torso del Superyo que grita:
- ¡Todo! ¡Vamos a ser concientes...- La puerta esta tirada abajo
y el Superyo observa las tiñeblas, justo a la boca. Se para derecho. Trota firme hacia la
masa oscura mientras explota en un grito de guerra - ¡Por la conciencia! -. Atrás de él entran al cuarto la Memoria, la Imaginación, el Ego, que son empujados por muchos otros,
asomando sus caras desde dentro de la masa tan formada de la conciencia.

El bebé en el amplio lugar blanco mueve la cabeza. Dice "No quiero, no quiero", y llora.

Un ser aparece frente al espejo de la casa del Ello, su carne convulsiona. Variando con colores entre el verde y el blanco. Las ondas de espasmo continúan hasta la cara. A veces sonríe y se le destacan dos aureolas blancas alrededor de los ojos. A veces sueña y un par de lágrimas brotan de negro sobre la blanca cara.

El Superyo contempla su carne derretida y el polvo que surge de un piso antiguo.
El bebé rueda mientras le crece pelo y su tamaño aumenta.

El Ello estalla en una carcajada sórdida. Levanta su pico de minero y con el, le parte una buena porción al subconsciente. Levanta el pico otra vez y ríe: "¡Ja Ja Ja!". Casi pierde el equilibro. Es que la helada consistencia del témpano estaba derritiéndose. Ese pequeño témpano de hielo que flotaba azarosamente. El Ello había descubierto hace poco esos bajorrelieves escondidos en esa pequeña isla en el medio del oceano. Los bajorrelieves decian "Yo" y "Superyo".
El Ello se rió de nuevo mientras levantaba la pica: "¡Ja Ja Ja!"


1 comentario:

  1. en fin, luego de escribir un comentario algo mas largo que este sin ningun fin y qu se me borre, llegue a la conclusion de quevoy a ser breve:
    me gusto. me encantaria criticartelo, pero no puedo, este realmente me gusto.
    nani

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