viernes, 11 de noviembre de 2011

About baking an idea.

It has been said and it’s clear
that reality is really real,
but i’m really not sure how
we make of the truth a vow,
and that is really the deal.

Let me play this game of hares,
with the handsomes, the misses
and the bares. “Trues, trues”,
sing the birds in their flauty tunes,
just looking for their broken tools.

One and one and one is two,
hop and hop and hear you too,
cause five and five is mine,
so kmon and make a lie,
on a road gone by few.

I know you may not understand,
and that is what, ¡may you realize!
Walking forth and forth by hand,
not any more alone, ¡and on demand!
That is that. You can analize.

“But think no more,
it’ll do you wrong”
Said a priest behind a wooden door.
“You might go away even more.”
I said, “Yes i will, here, i don’t belong”.

But being alone is no easy task, i thought.
When one is three and three is all.
Just to catch you here, with all you’ve got.
Like an everflowing water drop.
In the middle of everything ¡Having a ball!

To sum it all i tell you this rhymes are few.
For my task i wont resign,
And to be complete i must adue,
that i am not just another you,
i am all together the right and the divine.

sábado, 27 de agosto de 2011

Juan el b-autista

Juan el b-autista

siempre ahí para limpiar

un dios atrás del otro.

El escalón que todos pisaron

y pisarán.

Si lo vieses de afuera

sería la imagen del deseo

más pura que nunca.

Ese deseo que existe solamente

para mostrar que algo falta.

Una presencia ausente.

Y si lo vieses desde adentro,

tal como se ve a sí mismo,

lo habrías ya pisado,

puesto que para entrar en el hay que aplastarlo,

reducirlo frente a su propia imagen,

hasta expulsarlo de sí.

Y él te habría ya lavado,

Un dios más entre tantos otros,

Porque en su interior se abren las puertas del cielo.

Lamentable

Lamentable-mente

una depresión impresionante,

resonante, constante.

Esa culpa que es la pulpa

im-pene-trable.

Es perdonable.

Le digo im-pene-trable

a la sol-edad, brilla más al mediodía,

cuando la real-ización de la persona

canta su himno.

Le digo im-pene-trable

al fin de semen-a

cuando todos salen

y yo

no.

lunes, 18 de julio de 2011

Sabado soleado

(Continuación del texto "Lunes otra vez").

La plaza tan linda, al borde del río, una suave brisa. Una camisa a cuadros, roja y negra y un mp4: “Fuimos los soldados a la madrugada”.

El viento mueve las olas, como algunas mareas (o algunos vientos, en cualquier caso) mueven las ideas de millones de argentinos verdes, desenraizados. Nosotros que no somos, nosotros que somos más que nadie: Piedras y plumas en el viento.
La derecha y la izquierda se despliegan en el pasto y en el cielo, un pájaro, ¿Será paloma o águila? No se si importa mucho, son dos alas de un mismo cuerpo.

No se, metáforas complejas, que no entiendo demasiado. ¿Es sábado, hoy creo que ni sale el diario, o si? Bue, igual no lo compré.

“Hola, disculpá, te reparto un panfletito”
“¿Que es esto?” Le pregunto, sin mirarla, me encandilaba el sol.

“Somos del PO” (Partido Obrero) “Estamos militando”.
Ahí la ví.

“Emm… ah mira vos.. y contame, de que se trata?”

Juntan menos gente que un equipo de futbol cinco.
“Estamos juntando gente para una charla abierta en la uba sobre el marxismo”

Dios mio, que poco me importa.
“Ahh.. si? Mira vos, y cuando es”

En realidad, ella era bastante linda.

Me sonrió. “Es ahora dentro de un rato, si queres vamos juntos”.

Mientras tanto, sonaba en el mp3: “… esa ambición. Y ahora estoy en libertad.”

Me llega un mensajito de texto:

“¿Como te levantaste hoy? ¿Hacemos algo más tarde?”

¡Mierda! Era Martina, la chica que conoci en el bondi el otro dia.

Sigue sonando el mp3: “Y ahora que puedo pensar, en no volver a ser ese mismo de antes.”

En no volver a ser ese mismo de antes.

La chica me seguía mirando.

“¿Y, vamos o no? Queda un rato, creo que hay un café lindo cerca de la catedral, queda en una biblioteca.”

“Emm, no. No puedo, estoy de novio.”

“¿Y eso que tiene que ver?”

Me levanté y me fui despacio. No sabía que contestarle. De hecho, no se ni porque le dije eso.

Me puse los auriculares y caminé a centenario. Conteste el mensajito: “Me levante muy bien, ¿vos? Dale, hagamos algo, hay un cafesito cerca de la catedral que quiero mostrarte.”

Mientras tanto, sonaba el mp3: “Y querer lo que queres, sin tener que lastimar.”

Reyes de la noche, de los Guasones. Que gran tema.

domingo, 3 de julio de 2011

Lunes otra vez

“Sobre la ciudad, la gente que ves, vive en soledad”.
Gran tema de Charly para escuchar a la mañana cuando te subís al bondi para ir a la facu. Ése y alguno que otro de Spinetta, o de Sumo: “Mañana de sol, bajo por el ascensor”.
Un día como cualquier otro. Se respira un aire denso, de duelo, un corazón roto, las caras torcidas de un hincha decepcionado, las remeras derretidas de rojo y blanco y una sensación de que un héroe ha caído hacia un pozo profundo y parece que no va a salir nunca.
La misma Argentina de siempre, o la que yo veo, por lo menos. Esa que sigue siendo una colonia, para la cual nunca hubo independencia. Esa cuya identidad nacional es igual a la de un adolescente, una pugna entre lo primitivo y lo elevado. Una Argentina de líderes, de personajes, y no de ideologías. Una Argentina que ya no sabe donde queda el “adelante” y se conforma con moverse hacia los costados.
En fin, la misma Argentina de siempre, un lunes igual que cualquier otro, una mañana de sol, y este sesenta camino a mi futuro.
Pero siempre algo nuevo pasa, un nuevo tono, un mágico punteo en medio de una armonía larga y uniforme. Se sube ella al colectivo, parece una más pero yo se que no es así. Varias veces me la cruce, hoy se sienta al lado mío. Me mira y me sonríe. Tiene una mirada fría y sonríe con toda el alma, como si ésa fuera la última que le da al resto. Y era para mí.
“¿Tan linda te parezco? Ya me di cuenta, me miras cada vez que subo.”
“Emm… Si.”
Se ríe.
“¿Qué escuchabas?” Me pregunta y apunta al mp3.
“Emm.. Ch-ch-charly, Charly Garcia”
Se ríe de nuevo.
“Me gusta Charly García”

sábado, 18 de junio de 2011

Silencio.

¿Escribis?
Si, le dije.
Sonrio como si estirase su mano en el aire, lista para que yo se la choque.
La atmosfera se lleno de una profunda intensidad, como si todas las capas que nos separaban se hubiesen ido, y entre nosotros quedara solo silencio.