jueves, 14 de mayo de 2009

Estamos aca reunidos..

Llego la hora de escucharlo. El anfiteatro vacío era meticulosamente llenado por una luz sepia. La multitud de oyentes frotaba sus ansiosas manos. Cruzaban miradas dispersas, proyectando al aire una desesperación nunca antes vista. De vez en cuando dos individuos intercambiaban una colision de mirada, causando un fruto de euforia en ámbos, que de a poco contorsionaría sus caras hasta volverlas muecas deformes de emocion descontrolada. Abrirían sus manos, sin poder perderse de los ojos del otro, chocarían sus rostros húmedos y sus cachetes secos pero engrasados de tanto sudar. - Ya viene! Ya viene! -.
Y vino, llegó. Entro al predio del anfiteatro, de cara al público, un hombre vestido de lo mas extraño. Con un traje verde, una nariz abotonada violeta, la cara pálida y de ojeras abundantes. Miró a su público y parecío llenarse de energía, sus musculos palpitaron con freneticos impulsos pero se quedaron quietos. La energia del público entro por sus ojos, todos llegaron a verlo, ese segundo en el que uno se entera de que esta siendo observado.
Los hombros se arquearon. No! Se dijo a sí mismo. La mano convulsionó, pero el impulso debía ser detenido, esta era una presentación importante y no podía hacer el ridículo. Se acercó al microfono que lo comunicaba con todos los oyentes.
Se hizo un silencio.
El hombre de verde acercó su boca al microfono, pero en el borde derecho del labio, un grueso labio carmesí, colgaba una sonrisa macabra. - Hola - Dijo, levantando las cejas. La cantidad de aplausos fue inmensa, y el vitoreo incesante fue tal, que el mismo locutor tubo que taparse las orejas.
Ya parecía enfurecido, el público llevaba demasiado tiempo aplaudiendo. Así que decidó interrumpirlos, comenzando su discurso:
- ¡Estamos aca reunidos para inaugurar la puerta mas pura y directa hacia el Ego de Mercurio! -
Aplausos, aplausos y mas aplausos.
- ¡Aca van a encontrar las proyecciones esquizofrenicas de un ser narcisista! Llevandolos desde parajes encantados en el medioevo, con descripciones de mas precisa poesia estructurada, hasta los oscuros vestigios de una caotica mente perturbada. Van a visitar sectores como la capilla de la conciencia y conocer personajes como la imaginación...-.
Entro del costado del predio una mujer vestida de violeta y de ojos verdes, que bailó con telas violetas hasta cruzar al otro lado.
- ¡Como el "Yo", el "Superyo" de Mercurio! El Miedo, La Escucha! -.
Entraron, en fila, y en el orden en el que fueron nombrados: Un joven de rulos, con pantalones oscuros, una remera blanca que divisa "Southern Cross", cara tétrica y mirada cansada. Un joven igual que el anterior, en cuero y de fuerte musculatura, unos pantalones psicodelicos y una vincha azul que tapaba sus ojos, unos tatuajes tribales se estiraban por su piel, moviendose y formando efimeras formas. Tercera cruzó una forma oscura, y después una mujer de pelo negro y ojos violetas. Desaparecieron los cuatro por el otro lado del escenario.
- ¡También, tal vez encuentren fotos exóticas, quien sabe! ¡O una critica filosofica hacia el mundo contemporaneo! Respondiendo preguntas como: ¿Cual es la reaccion del comodo capitalista frente a la creciente espectativa de vida? o ¿Cuales son las características del llamado "Superyo social" (terminología inventada por Mercurio)? Y hasta por ahí responda mi clasica pregunta ( hablando desde mi mismo, el Payaso): ¿Como se hace para salir de un cuarto lleno de espejos? -
Si! Si! Si! Gritó el ansioso público hasta que reventaron contra el anfiteatro en olas explosivas de energía.

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